No hay fecha que no se cumpla ni plazo que no se venza, y la noche del 15 de julio marcó el final de la primera temporada de "Luis Miguel La Serie", un melodrama biográfico en el que se revelaron secretos y obsesiones sobre y acerca del llamado Sol de México.Durante 13 domingos, desde el 22 de abril, esta bioserie estuvo en boca, y memes, de todos, al grado de generar un fenómeno nostálgico que se reveló en los aumentos, estratosféricos, de las reproducciones de la música de Luis Miguel, en detrimento de la bien lograda producción en la que cantaban Diego Boneta e Izan Llunas.A este último capítulo, lleno de situaciones melodramáticas que abordaré más adelante, llegamos a la muerte de Luis Rey, "villano reventón" (referencia que los millennials tendrán que buscar en san Google, pero que los chavorrucos dominan a la perfección) de este serial.La producción decidió regresar al inicio de la trama y así, luego de la cascada de flashbacks que nos recetaron, vemos la angustia de Luis Miguel por saber dónde está Marcela Basteri, su madre; su novia Érika le reclama y le presenta a su hija (que todo mundo sabe que es Michelle Salas) y en medio de su éxito logrado con "Romance", Micky emprende una gira mundial.Como toda temporada que se precie nos dejaron en ascuas con una confesión de Rey, que insinúa que a Marcela le sucedió algo muy grave, y la noticia del Mosad con el paradero de la italiana.Para destacar está el paralelismo que se imprimió al dar a conocer las enfermedades, mortales, de los representantes de Luis Miguel: su padre, y Hugo, ambos diagnósticados en la misma escena.Luego de 13 episodios hay que reconocer las actuaciones de Óscar Jaenada, como Rey; Boneta y Llunas como Luis Miguel y Paulina Dávila como Mariana. De los demás, faltó mejorar la caracterización y actuación de Luis de la Rosa, quien interpretó al Sol adolescente, antes de los 17 años.Las dudas quedan y sólo se espera que Netflix anuncie una segunda temporada de una serie que, aunque muchos lo nieguen, significó el renacer de un Sol que se acercaba al ocaso.
