Reflexiones olímpicas

Michael Phelps, un chavo de 23 años de Baltimore, alto, un poco desgarbado, acaba de ganar su octava medalla de oro en unos juegos olímpicos. Con esto supera a otro estadounidense, Mark Spitz, quien en 1972, a los 22, ganó siete preseas áureas en la natación.
Es un momento histórico, y lo acabo de vivir hace unos momentos, y sí, es histórico, sí, es genial, pero enmedio de todo este récord, mientras espero el final del un concierto de Vicente Fernández en Guadalajara, para incluirlo en la edición del diario en el que trabajo, no me queda sino pensar cómo los medios han acabado con la magia de lo que eran unos Juegos Olímpicos.
No sé si yo era un tanto ingenuo, no sé si el tiempo ha cambiado, pero si de algo estoy seguro es que ahora, a mis 33 años, me da un dejo de envidia, un dejo de amargura o un dejo de frustración el no ser Phelps, el no haber ido a unos Juegos Olímpicos, una fiesta que hasta ahora no me ha convencido.
¿Será por el horario? Tal vez, aunque creo que es más bien por la cobertura que estoy percibiendo. Los Juegos han sido, no les miento, Michael Phelps, gimnasia, voleibiol de playa femenil y apenas este día atletismo, ¿y los demás deportes? Ni idea.. me hubiera gustado ver los partidos de Nadal, no sólo los resúmenes, o disfrutar competencias como los 3 mil metros con obstáculos (o steeplechase, como los conocí en Los Ángeles 84, y llenaron toda mi imaginación infantil con una carrera en la que se saltaba una valla para caer en el agua).
En fin, en este momento escribo esto, aislándome con los audífonos para no escuchar los adjetivos de TV Azteca hacia Michael Phelps...
El tiempo transcurre, Vicente Fernández no da señales de terminar su concierto, y mientras, yo, reflexiono sobre dónde quedó la magia olímpica. Creo yo que se quedó en un foso con agua en Los Ángeles 84...

La tecnología

Suena el despertador, lo apago, me levanto. Coloco en mi pecho una banda de radiocontrol, luego el reloj que detecta esas ondas de radio. Prendo la antena que localiza los satelites, la conecto al celular, de él sale un cable que conecto a mis oídos para escuchar música, así, cada movimiento que hago, cada latido de mi corazón está monitoreado para saber que la actividad que realizo es "sana".
¿Dónde quedaron los tiempos en que correr era motivo de sobrevivencia y se convirtió en un lujo o un placer?
Reflexiones de un intento de deportista...

Adelanta Red Bull el San Fermín

Este video fue tomado de Marca TV. Dos autos de Red Bull y Toro Rosso fueron los "toros" de este particular encierro...
http://www.marca.com/tv/?v=7BFDZNPRAz6

Sólo sean pacientes con la publicidad y verán este espectáculo. La verdad sí se ve emocionante...

La inevitable falta de tiempo...

Hoy es sábado, primera quincena de marzo, ya se fueron dos meses completos del 2008 y estoy aquí escribiendo una entrada de este blog, del cual buscaba escribir diariamente (sí chucha, como no) y entre falta de temas, pero más falta de tiempo no he podido hacerlo.

Entro al blog y me da pena leer que la última entrada es un análisis de la música que escuchábamos en los 80 y que VH1 aprovechó para remover la nostalgia.

Entre ese mensaje y el de hoy ha pasado practicamente todo febrero, una ida al Carnaval de Jalostotitlán a ver torear a José Tomás (lo sé, en un mensaje anterior decía que no lo iría a ver, pero pudo más la afición y el deseo de salir de la ciudad), la entrega de los Óscares, mi cumpleaños 33, una boda en Puerto Vallarta (con visita al restaurant franquicia de Forrest Gump), una visita al festival de cine de Puerto Vallarta, con nota incluida, y la verdad temas sí hubo, pero lo que no hubo fue tiempo.

En este momento trato de poner orden y actualizar un poco este espacio virtual. Lo hago escuchando a Joaquín Sabina, cuyo recopilatorio de MP3 encontré relegado en mis libros y revistas en la oficina.

La vida ha transcurrido, eso es innegable, y espero, en el tiempo subsecuente encontrar temas que permitan que vaya nutriendo este lugar. Por lo pronto les digo a los escasos lectores de esta página. Aquí estoy... no me he ido..

Cómo nos moldeó Televisa...

Con motivo del fin de año el canal de videos latinoamericano VH1 nos recetó una serie de cinco programas de media hora en la que nos vendían las 100 más grandiosas canciones en español de los 80's.

Los programas, dicho sea de paso, fueron geniales, la nostalgia de todos aquellos que vivimos en los 80 afloró al máximo, pero la verdad hay algo que me preocupa. una verdad que está allí, en el fondo de un programa que si se transmite en otros países (no me refiero a habla hispana) es como de dar vergüenza ajena, sobre todo debido al kitsch.

Este programa es una respuesta, en español, al mismo tipo de segmento en el que se recordaron las 100 mejores canciones de los 80, en inglés.

Tal vez no sean las mejores, pero son las más influyentes, las que más se cantaron, las que la gente recuerda. En inglés fue interesante ver las canciones que forman parte del recuento. Había roqueros, poperos, baladistas, pero se habla de musicos vanguardistas, dentro de un "mismo género", gente que a nadie le "avergüenza" escuchar.

En español fue todo lo contrario. Y es aquí lo preocupante, ya que las 100 más grandiosas canciones en español de los 80's fueron "moldeadas" por el gusto de alguien. De Raúl Velasco, de Televisa. Las canciones que aquí surgieron fueron escuchadas por primera vez en Siempre en Domingo o Estrellas de los 80's, o Video Éxitos, productos 100 por ciento Televisa.

Lo interesante, 20 años después, es escuchar los comentarios interesantes de gente como Jaime Almeida, Benny Ibarra, Sabo Romo, Memo Méndez Giú, Gloria Calzada, Mimí, Álvaro Cueva, entre otros, que reflejan lo que sucedía en esa época del Pri, de Zabludovsky, Velasco, México 86, etc.

La mezcla es de lo más kitsch. Encuentras a Soda Stereo junto a Diego Verdaguer, Chico Che, Caifanes, Rigo Tovar, Locomía, Mecano, Hombres G, Miguel Bosé, Laura León, Lucha Villa, Yuri... uuufff... cada cosa.

El comentario más interesante fue el que hizo Álvaro Cueva sobre la repercusión de la canción del Osito Panda en el 81, que sirvió para literalmente dormir al pueblo en época de crisis.

En fin, la nostalgia vende y si quieren ver este programa cacen VH1, ya que la verdad es un gran programa.

¿Y el Dakar?

El viernes escuché una noticia que me dejaba desconcertado. No me gustó, es más, me hizo soltar maldiciones. El Rally Dakar, esa prueba del mundo del motor en el que un grupo de pilotos, de autos, motos y camiones, salían desde una ciudad europea (unas veces París, otras Madrid, ahora Lisboa) a cruzar el desierto, hacia Dakar, ciudad ubicada en Senegal, al lado del Lago Rosado, a jugarse la vida por llegar a miles de kilómetros de esa ciudad de salida, fue suspendido debido a amenazas de Al Qaeda.

Cualquier noticia en la que se une el terrorismo es mala, y éste ahora suspende una carrera que ponderaba la aventura por sobre todas las cosas, es algo que no se debe permitir, pero en este tiempo de guerras y de fundamentalismos religiosos era casi imposible que el Dakar, como los fanáticos le decimos de cariño, continuará.

Esta aventura inició en 1979 y desde que tuve acceso a televisión por cable empecé a disfrutar. Ver autos cuatro por cuatro recorrer las dunas, pilotos que después de correr durante toda la mañana bajo el sol abrasador del Sahara acampaban bajo la estrellada noche desértica, me fue atrapando.

La carrera tenía críticas, hubo muertes, se cuestionaba la aventura desde que empezaron a usarse los GPS, pero nada de eso había frenado el espíritu aventurero en el que hasta un mexicano, Pedro de Uriarte, compitió en las motos.

Recuerdo las veces que los Saharahusi amenazaban la carrera, se modificaba y todo bien, pero la amenaza de al Qaeda es el colmo y se terminó una carrera que iniciaría su edición 30.

Qué puedo decir... el Dakar está, de momento herido. se habla de que pueden realizarla en algún otro lugar, la Patagonia, por ejemplo, pero la verdad, desde el momento que el terrorismo entra a suspender una tradición, la vida no será igual.

2008 será recordado como el año en que se suspendió el Dakar... y los eventos deportivos que faltan. Esperemos que la amenaza terrorista desaparezca... ¿Los Reyes me lo concederán?

Feliz año 2008

En este nuevo año quisiera escribir muchas cosas, pero para evitar divagar prefiero dedicar a todos ustedes una canción de Mecano que viene como anillo al dedo a estas fechas. Espero que la disfruten.

Saludos y felicidades.

En la Puerta del Sol

como el año que fue

otra vez el champagne y las uvas

y el alquitrán, de alfombra están

Los petardos que borran sonidos de ayer

y acaloran el ánimo

para aceptar, que ya pasó uno más.

Y en el reloj de antaño

como de año en año

cinco minutos más para la cuenta atrás

Hacemos el balance de lo bueno y malo

cinco minutos antesde la cuenta atrás.

Marineros, soldados, solteros, casados,

amantes, andantes y alguno que otro

cura despistao.

Entre gritos y pitos los españolitos

enormes, bajitos hacemos por una vez,

algo a la vez.

Y en el reloj de antaño

como de año en año

cinco minutos más para la cuenta atrás

hacemos el balance de lo bueno y malo

cinco mintuos antes

de la cuenta atrás.

Y aunque para las uvas hay algunos nuevos

a los que ya no están echaremos de menos

y a ver si espabilamos los que estamos vivos

y en el año que viene nos reímos

1, 2, 3 y 4 y empieza otra vez

que la quinta es la una

y la sexta es la dos

y así el siete es tres.

Y decimos adiós y pedimos a Dios

que en el año que viene

a ver si en vez de un millón

pueden ser dos.

En la Puerta del Sol

como el año que fue

otra vez el champagne y las uvas

y el alquitrán, de alfombra están.

Feliz año a todos mis lectores...