martes, 13 de noviembre de 2007

Los vi volver

Era el acontecimiento musical del año. Soda Stereo visitaría Guadalajara el 12 de noviembre de este año. El lugar fue el Estadio 3 de Marzo de la UAG. Mi hermana Luisa Fernanda ya estaba más que lista para ir a ver al grupo del que se desprendió su cantante favorito, Gustavo Cerati.

Tres semanas antes de este concierto mi hermana llegó con una sorpresa. Un boleto para el área de elipse, en cancha, para acompañarla a ver a Soda Stereo. Wow... mi regalo de cumpleaños adelantado, súper bien.

La verda hay que decir que de una forma u otra ya estaba "destinado" a ir a ver a la banda latinoamericana más influyente del rock en español, le duela a quien le duela, o si no, díganme qué banda de esa época recuerdan que sea tan seguida o tan recorada. ¿Enanitos Verdes?, lo dudo, hace unos años en un concierto gratuito la gente prefirió ver a La Ley que al grupo de Marciano. ¿GIT?, eran buenos, pero no creo que mucha gente los conozca.

En fin, me desvío. Les decía que todo indicaba que ya estaba destinado a que acudiera. ¿Por qué digo esto? Cuando se anunció la fecha de Soda en Guadalajara, yo trabajaba en CANCHA, descansaba viernes y sábado, para pedir que me dieran el lunes iba a ser súper difícil, especialmente si tomamos en cuenta que practicamente tres cuartas partes de la sección iba a ir. Ahora, ya en Cultura, mi descanso cambió a domingo y lunes. Se acomodaba perfecto para ir, aún así no me decidía, se presenta José Tomás en Guadalajara, y bueno, el bolso de cualquiera se resiente con tanto concierto y demás, así que se veía difícil lo de ir a ver a Soda.

Pero no contaba con la astucia de mi hermana, quien había comprado dos boletos, uno para ella y otro para alguien especial, y pues fui el especial y ahí me tienen llendo a ver a los argentinos.

Quienes me conocen saben que soy algo especial para ciertos rituales así que ya se imaginarán como estuvo el ritual para ir a ver a los argentinos. De inicio saqué un disco de mp3 con la discografía total de Soda, lo incorporé a la Ipod y ahí estuve, escuchando todas esas canciones en los días previos.

Pero si tuve que desempolvar el disco de MP3, lo que sí fue desenterrar del baúl de los recuerdos fue mi antigua chamarra roja con mangas grises de piel, con el escudo del Instituto de Ciencias en la solapa izquierda y mi nombre en la manga de se mismo lado. ¿Por qué lo hice? Pues Soda Stereo llegó a mi vida precisamente en los años en los que usaba esa chamarra. El rollo es que era de la prepa, por lo que sí me quedaba un poco justa.

Con todo listo, una camiseta de River Plate, pantalones de mezclilla y mi celular, que se ha convertido en la envidia de algunos y recurso idóneo para todo tipo de conciertos (Mónica e Il Divo en el DF), me dirigí, con mi boleto al 3 de marzo.

La espera fue monótona, pero sabía que a partir de las 21:00 horas disfrutaría del concierto. Así que ahí estuve, desde las 16:30 hasta las 18:10 horas, haciendo fila fuera del estadio. Al entrar en el área del concierto busqué el lugar más céntrico y cercano al escenario.

Desde ahí y hasta el final del concierto estuve de pie. La verdad no importaba. Había que defender el sitio, de ser necesario con unñas y dientes y ahí me quedé.

Mi hermana llegó poco después y esperamos, pacientemente a que iniciara el concierto. Mientras tanto admirábamos la grandeza del escenario, el acomodo de las luces y escuchábamos las historias de los que estaban a nuestro alrededor. Desde chavos provenientes de Tampico a aquellos que por ir al baño habían tenido que luchar para recuperar su lugar.

Faltaba poco, unos videos de parodia nos aligeraron la espera, hasta que a las 21:30, más o menos, se apagaron las luces del estadio, imágenes del último concierto de Sodas se vieron en las pantallas gigantes, y luego, los primeros acordes de Juego se Seducción se escucharon.

El extásis total. Saqué la cámara del celular y empecé a disparar fotos, a medida que avanzaba el concierto alternaba fotos con video, pero la emoción ahí estaba. soda Stereo nos refrescaba con su rock más representativo y más acorde con lo que yo esperaba. Y así, poco a poco fui disfrutando de un concierto que para bien o para mal quedará en la memoria de Guadalajara, ciudad a la que vinieron en pocas ocasiones, pero que dejaron huella en los fanáticos de Soda Stereo.

Tras haber cisto lo del lunes me quedó la espina clavada de no haber ido a ninguno de los conciertos anteriores, pero tengo el consuelo de haber disfrutado del "Me verás volver".

Mis canciones favoritas fueron: Juego de seducción, Zoom, Cuando pase el temblor, En la ciudad de la furia, Persiana Americana, Trátame Suavemente, Nada Personal, Vitáminas, De música Ligera, Cae el sol, Hombre al agua.

En fin, para alguien que empezó a apreciar a Soda Stereo con el disco en vivo Ruido Blanco, del que se extrae el "Vita-Set", o el famos "Sólo así yo te veré a través de mi Persiana Americana", este concierto fue lo más parecido a eso.

Con éste, ya van tres conciertos de reencuentro que disfruto. El primero fue Timbiriche en la Plaza de Toros. El segundo fue Hombres G, en el mismo escenario, y ahora Soda Stereo. Cada uno de ellos con su respetivo valor sentimental, pero lleno de significado.

Gracias Soda por volver...

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