La avaricia rompe el saco

El Gran Premio de Brasil, última carrera de la temporada 2007 de la Fórmula Uno fue una caja de sorpresas. Agradables para los aficionados de Ferrari y Kimi Raikkonen y agridulces para los que apoyan a McLaren, Lewis Hamilton o Fernando Alonso.

Agradables para los ferraristas porque fue un año redondo. Campeonato de constructores y el triunfo de Kimi Raikkonen, quien llegó este año para sustituir al gran Michael Schumacher, y quien había dejado un hueco que parecía difícil de llenar, sobre todo después de ver lo acontecido en la primera parte de la temporada, y el campeonato de constructores, mismo que Renault les había arrebatado dos años atrás.

Para los aficionados a McLaren y Lewis Hamilton se les ha de haber quedado una cara de 'what' al ver que el líder, quien desperdició una ventaja de 12 puntos en dos carreras no pudo terminar en la zona que necesitaba para ser campeón del mundo, y para los fanáticos de Fernando Alonso (me incluyo) fue una gozada ver que el equipo al que llegó con gran ilusión y lo despreció (ese es para mí el término) se quedó como el perro de las dos tortas.

Vayamos por partes para desmenuzar el párrafo anterior.

Quienes me conocen y han leído este blog se han dado cuenta que soy incondicional de Fernando Alonso, pero no por eso le critico algunos de sus desplantes. De hecho en el año anterior, cuando estaba en Renault, en pos de sus segundo campeonato, no me pareció que "pateara el pesebre" contra Renault después de anunciar el cambio a la escudería de sus sueños: McLaren. También lo critiqué cuando explotó en contra de la FIA al decir que la F1 no era un deporte, por supuestas ayudas a Michael Schumacher. Ese año, a pesar de todo fue campeón y las previsiones indicaban que en McLaren iba a tener mejor máquina, mejor apoyo, mejor todo en una escudería que lucha por ser líder. Además, tendría de compañero a un piloto novato al que enseñaría y apoyaría.

Desgraciadamente, como vimos en el transcurso del 2007, ese compañero tenía dos cosas que no le convendrían, más adelante a Alonso. Era británico y de raza negra. Podemos agregar que tiene 19 años, pero eso se quita con el tiempo.

Ojo. No soy ni xenófobo ni racista, pero la FIA y McLaren vieron en ese joven piloto un filón de oro para explotar. ¿Cuál? El acercar a las grandes masas a un deporte considerado de ricos y famosos. En diversas publicaciones empezaron a comparar a Hamilton con Tiger Woods, también de raza negra y que ha popularizado el golf (también elitista) a alturas insospechadas. Esto derivó que a Alonso, todo un bicampeón del mundo, lo ningunearan (así, con todas sus letras) en favor del niño mimado de Ron Dennis.

Aquí es donde entra el título de este post. No considero sensato, por parte de una mega escudería, que contrates a todo un bicampeón del mundo, para que te asesore, te ayude y demás, y lo ningunees a favor del novato, sólo porque vende más. Es como si un simple mortal como nosotros es contratado por otra empresa y nos rebaje el sueldo o nos mande a hacer otra función a la que no estamos acostumbrados, porque el hijo o el consentido del jefe hace lo mismo que tú.

No quiero tampoco que piensen que estoy en contra de Hamilton, pero la verdad, siento que con lo que pasó este año le pudieron echar a perder la carrera a un piloto prometedor. Porque, no sé si estén de acuerdo conmigo, pero lo sucedido en las dos últimas carreras es para acabar con cualquiera. Fueron errores de novato (todos los tienen), pero que le costaron muy caro.

Otro aspecto que odié de Hamilton fueron los "favores" que le hicieron desde la FIA. Se notaba a leguas que querían que ganara. En un accidente que tuvo, una grúa lo sacó, en Hungría le quitaron la pole a Alonso por un supuesto bloqueo del asturiano al británico, a pesar de que Lewis se había saltado una estrategia de equipo, la no sanción en Japón, que causó el choque de Webber y Vettel, en fin, diversas cosas que ponían los pelos de punta a todos aquellos que vemos el deporte como algo lleno de justicia. Y todo esto hizo que el piloto con el número dos se hiciera odioso para mí.

Lo que me desesperaba también era el doble discurso. Por un lado le ofrecían a Alonso protección en contra de la cacareada "igualdad de equipo" que surgió después del Gran Premio de Mónaco, luego que Hamilton "llorara" porque fue considerado el piloto número dos. ¿No lo era? Él era el novato, el experimentado era Alonso, el bicampeón del mundo. Pero bueno, querían que un británico ganara, mientras que Alonso, el español, les había abierto un mercado que quieren explotar al máximo. ¿Por qué le dieron a España otro Gran Premio, en detrimento de Alemania? ¿Por su linda cara o por ser la tierra del bicampeón del mundo y quien les descubrió otra mina de oro? Digo, gracias a Alonso mucha gente (me incluyo) empezó a ver la Fórmula Uno durante toda la temporada, no sólo una carrera puntual. Así que por favor, que la FIA se deje de sangronadas.

¿Qué sigue ahora? Los frentes están abiertos en diferentes puntos. Se habla que Alonso puede emigrar a Renault o quedarse en McLaren. La primera opción puede ser viable, la segunda la veo difícil, ya que las relaciones se mermaron demasiado, ya que Alonso, quien fue tachado de llorón por parte del equipo ha de estar en una situación de "se los dije" que no le gustará a los mandamaces de la escudería. Y yo abro una tercera opción. Toyota. Esta escudería se quedó sin Ralph Schumacher y no veo quién más puede ocupar ese lugar. Alonso se encontraría ahí con Jarno Trulli (quien ganó de todas todas a Schumacher), ex compañero en Renault y pues siento que es una buena opción. Sí, es perdedora, pero McLaren, en el 2006 no era, lo que se dice una escudería líder, ¿no?

Ahora resta esperar a la temporada 2008 donde se habla de que ya no habrá ayudas electrónicas de pilotaje, lo que demostrará quién es el mejor en esto de las cuatro ruedas, sin necesidad de artilugios electrónicos, mientras tanto los meses que quedan los debe aprovechar Ron Dennis, jefe de McLaren para reflexionar sobre la "igualdad" en un equipo de F1.