Lo sé... el toro tiró a la querencia y volví a escribir de deportes. ¿Es malo hacerlo? No sé. Es un tema que me gusta, me apasiona y que bien o mal, estoy verificando a veces sí, a veces también y no lo puedo dejar pasar.
No estoy escribiendo de F1. A lo mejor porque lo que he visto con el asunto Alonso-Hamilton-McLaren me ha dejado traumadillo y no he querido vertir en este espacio comico-mágico-cultural todas mis amarguras por algo que está siendo más cantado que la Macarena en 1996 (vaya que ha pasado el año).
El motivo de mi desahogo deportivo pertinente es el eterno debate que se está llevando a cabo desde hace un año acerca de la no convocatoria del capitán madridista, Raúl González Blanco, a la Selección Española, que desde que la lleva Luis Aragonés no me llama la atención verla, porque uno sufre como no se da una idea.
Todos ustedes mis lectores saben que he sido fiel seguidor de la Roja, misma que me hizo sentir emoción deportiva cuando golearon 5-1 a Dinamarca en México 86, o clasificaron a Estados Unidos 94 con 10 hombres tras la expulsión de Zubizarreta, o la decepción que un tal Al Gandhur nos dio a los aficionados tras ese Corea-España, en fin.
Bien, ahora, después de alemania 2006 he sentido una especie de desilusión de esta selección que juega como nunca y es eliminada como siempre, pero que desde hace un año se está desangrando por el inútil debate acerca de si se lleva a Raúl o no.
Algo pasó en ese mundial entre el capitán y el entrenador, lo que ha desembocado en este debate que se ve siempre que hay convocatoria de la selección para cualquier duelo.
Hoy juega España contra Dinamarca buscando un pase a la Eurocopa de Austria-Suiza del 2008. España, enclavada en un grupo "sencillo" se encuentra en el segundo lugar y busca derrotar a los daneses para acercarse al liderato y alejarse del tercer lugar, que la dejaría sin ir al campeonato de selecciones europeas.
Pues el debate raulista sigue y esto hace, junto con el juego ramplón de la selección, que no esté ni minimamente interesado en el juego, porque, con tanta distracción, no me extrañaría que se jugara mal y se acabe perdiendo.
Lo único seguro en este conjunto es que mientras Luis Aragonés siga al frente no regresará al equipo y no habrá buen juego (es lo que siento yo).
Lo malo de este asunto es que actualmente Raúl está jugando en un buen nivel (en el Real Madrid se nota) y no va, mientras que cuando estaba mal sí era fijo.
Ni modo, esta eliminatoria nos quita los partidos de la Liga y el debate está en el aire, con un entrenador terco y la sombra de un jugador adorado por unos y vilipendiados por otros en el horizonte.
¿El resultado? La verdad me importa poco.
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