Le doy la razón a Pérez-Reverte

Todo aquel me conoce sabe que soy un gran admirador de Arturo Pérez-Reverte, autor, entre otras cosas, del Club Dumas, la saga del Capitán Alatriste, Pintor de Batallas, etcétera.

Pues bien, como buen admirador de este reportero de guerra convertido en escritor y columnista soy un asiduo lector de su columna semanal que se encuentra en la página http://www.capitanalatriste.com en la que semana a semana desgrana algunos asuntos de actualidad o de aquello que considera interesante comentar. Como si fuera su blog, vamos.

En un momento de espera mientras llegaba una nota que esperaba para terminar con mi trabajo del día me encontré con la siguiente columna: http://www.capitanalatriste.com/escritor.html?s=patentecorso.

En ella, Pérez-Reverte habla de una novela que recomendaría para aquellas personas que desean leer algo bueno.

Y pues sí, le doy la razón. De los libros que más deseee leer y que más me gustaron cuando los leí fue precisamente Drácula, de Bram Stocker.

Desde pequeño cultivé, gracias a mis padres, el placer de la lectura. Si hay libros que recuerdo se encuentra también El conde de Montecristo y Los Tres Mosqueteros, que hicieron que el verano del 89 fuera increíble. Las aventuras me transportaron a aquellas tierras y mi imaginación, adolescente puberta, voló hacia lo que el autor narraba.

El tiempo pasó y unos años después gracias a una colección de libros de aventuras que se vendían en los puestos de revistas (que nunca pude completar) pude leer por fin Drácula y Frankenstein. Este último me lo regalaron de cumpleaños y le tengo un cariño especial.

Me estoy desviando, pero para mí fue increíble leer por fin aquellas novelas que hicieron despertar la imaginación de varios cineastas alrededor del mundo y que en octubre provocaban las pesadillas de todos nosotros por medio de esas películas que ahora nos dan risa.

Recuerdo que la forma en que Stoker desarrolló Drácula me sorprendió, pero me encantó al mismo tiempo, y ahora, al leer la columna de Pérez-Reverte me acordé de las sensaciones sentidas al leer este clásico de la literatura mundial. Es más, lo leí hace más de 10 años, ya que estaba en la universidad.

Ahora, ya con trabajo y una familia, es extraño cómo los recuerdos llegan gracias a textos que se encuentran por internet. Pero es grato saber también que ya formamos parte de una "comunidad" que considera de Drácula un gran libro. Espero con el tiempo recordar otros libros de algún otro autor, como recuerdo ahora Drácula, de Bram Stoker.