Qué mal explicaron el dopaje de Iban Mayo

Si a la gente que nos gusta el deporte, e incluso vivimos indirectamente de él como periodistas deportivos, nos preguntan si creemos en la limpieza del ciclismo como tal, en donde no existe dopaje ni uso de sustancias prohibidas, la respuesta que daríamos es una sonora carcajada, acompañada de una indignante trompetilla.

Habemos personas que en un tiempo no cuestionamos los triunfos de Pedro Delgado, Miguel Indurain, e incluso Lance Armstrong, y las justificábamos diciendo que eran personas sobrehumanas. Así de Indurain se decía que poseía una capacidad pulmonar superior y que su biomecánica era ideal para practicar el ciclismo, y todo eso lo creíamos a pies juntillas, éramos más ingenuos, pero con lo acontecido de un tiempo a estas fechas, la verdad, hablar de limpieza en el ciclismo es cada vez más utópico.

Un ejemplo claro de esto lo tenemos en el supuesto (es regla de periodismo no dar por hecho la culpabilidad de una persona hasta que se hayan agotado todas las instacias a su alcance para probar su inocencia) dopaje del español Iban Mayo, mismo que fue anunciado ayer lunes por su equipo el Saunier Duval luego que la UCI se lo hiciera saber al equipo.

Hasta aquí todo claro, un ciclista que se quiso pasar de listo daba positivo por EPO luego de la segunda etapa de descanso en el Tour de Francia, algo que para bien o para mal se está volviendo el pan nuestro dentro del ciclismo.

El colmo fue la explicación que dio el director deportivo del equipo, Josean Fernández Matxin y fue transmitida por la tarde de hoy en el noticiero de Antena 3. Trataré de ponerla lo más textual posible, pero la verdad es que más claro ni el agua.

Fernández Matxin se decía consternado por la noticia del positivo de su ciclista, al que de momento le han suspendido su sueldo, y si se comprueba su dopaje, será suspendido dos años de toda actividad ciclista y dar todo un año de su sueldo a la UCI por conceptos antidopaje, ya que firmó una carta comprometiéndose a no hacer trampa.

En las declaraciones, Fernández Matxin decía que le sorprendía que hubieran detectado a Mayo con EPO en la sangre, especialmente siendo una sustancia "ya obsoleta" (las comillas significan textualidad en las declaraciones), debido a la facilidad de su detección, especialmente habiendo "nuevas sustancias" que no se detectaban.

Digo, más claro ni el agua. Quien no quiera ver que hay dopaje en el ciclismo, mejor que apague y se vaya a vivir al mundo de magusín, en el que la palabra dopaje sólo existe en sueños.

Pero bueno, si se buscan culpables diré que somos todos, quienes exigimos más marcas, mejores horarios televisivos, más dinero en premios y todo eso. Y pensar que hubo una época en que yo quería ser ciclista para emular a Miguel Indurain... La verdad, ya no sé ni qué creer...