miércoles, 5 de septiembre de 2007

Plácido Domingo en vivo es la onda


La primera vez que escuché el nombre de Plácido Domingo fue en 1982, hace 25 años, cuando mi papá. llegó a la casa, con un pequeño disco de 45 revoluciones por minuto, en el que el tenor interpretaba el himno del Mundial España 82.
Al escuchar esta canción que a decir verdad era un poco ñoña, empecé a descubrir la voz de uno de los mejores tenores que ha tenido la música.
Después de ese disco, en cuya portada salía Plácido vestido con la camiseta roja de la Furia Española, mi papá empezó a comprar discos de zarzuela, siendo el más reconocido por mí, el de Duetos y Romanzas de Zarzuela, con Pilar Lorengar.
Cabe aclarar que con la edad que tenía (7-8 años) no me mostraba muy entusiasmado en escuchar esa música, así que decidí borrarlo de mi mente un buen rato.
Tres años más tarde, con el terremoto de 1985, descubrí de nueva cuenta a Plácido Domingo, pero lo vi como un ser humano, devastado por la muerte de sus familiares y solidario con aquellas personas que perdieron seres queridos y posesiones.
Eso me hizo admirar a Plácido Domingo. El hecho de que sin importarle nada estuviera barbón, canoso, descompuesto, hombro con hombro con los rescatistas me cayó bien.
Tras eso, se dieron diversos especiales, conciertos, presentaciones. Recuerdo con nostalgia el especial de homenaje a cri Cri, en donde cantaba con Emmanuel y Mireille Mathieu varias canciones del grillito cantor. O la presentación en el Canal 13, de Imevisión, el especial de Antología de la Zarzuela.
Fue ahí donde empecé a adorar este género, la zarzuela, cuyos títulos me llegan a la mente. Luisa Fernanda es la más cercana, y todo porque mi hermana se llama así. Después está La Verbena de la Paloma, el Dúo de la Africana, La Corte del Faraón, etc. Dentro de esa antología, recuerdo que una melodía me impresionó, no la canta Plácido Domingo, pero se utiliza en este tipo de presentaciones. Es el interludio de Las bodas de Luis Alonso. Es simplemente increíble. en ese programa recuerdo cómo era bailada y la energía desplegada por los bailarines hizo que de inmediato la identificara y seme quedara grabada. De ésta hay varias versiones, incluida con mariachi, y todas me gustan mucho.
Tiempo después vino Domingo a Guadalajara, pero no pudimos ir. Me conformé con ver esa Antología con otro tenor español, Pedro La Virgen, de quien mi papá también tenía grabaciones. desde esa fecha tuve el gusanito de ver a Domingo en vivo.
Y eso lo pude cumplir el pasado 1 de septiembre. Plácido Domingo vino a Guadalajara a inaugurar el Auditorio Metropolitano (no me gusta llamarlo Telmex), y ahí estuve, no en primera fila, pero sí con la responsabilidad de hacer la crónica para Cultura de MURAL, el diario en el que trabajo.
Y la presentación cumplió las expectativas. Domingo se entregó al público, ofreció lo mejor de su repertorio, tanto operístico, como de Zarzuela.
Si me preguntan, a mí me gustó más la parte de la Zarzuela. simple y sencillamente porque es un género que conozco más. No tengo nada en contra de la Ópera, pero la selección usada por el tenor fue de arias que no son tan conocidas. Me declaro un neófito en este senti, y posiblemente hubiera preferido escuchar las "comerciales", es decir, Nessun dorma, El brindis de La Traviata, O sole Mío, etc. Por parte de la Zarzuela escuché romanzas que son muy conocidas para mí, y que me pusieron chinito.
Una canción que me encantó y me sorprendió fue la de la ópera de "El Gato Montés", con la que inició el primer encore. Es un pasodble muy torero, que también me encantó.
Las canciones mexicanas y con mariachi fueron geniales, lo malo fue que por mandar a tiempo mi crónica, no pude apreciarlas en toda su magnificencia.
La verdad, valió la pena la espera, y espero que Domingo pueda volver más adelante, me gustaría verlo como director, algo que ya pude apreciar con Luis Cobos, por ejemplo.

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