domingo, 5 de agosto de 2007

Bonds, el jonronero espurio



Quienes me conocen saben que no soy fanático recalcitrante del biesbol, aunque tengo en los Cardenales a mi equipo favorito. También saben que puede ser extraño que escriba sobre este deporte, aunque llegué a cubrir notas, desde el ITESO, sobre el llamado Rey de los Deportes, y también saben que si algo me gusta del deporte son aquellas gestas que provocan que alguien, a veces un desconocido, salte del terreno de juego a los libros de historia y a la fama.

Dentro de este contexto, y con el pretexto de que Barry Bonds, el cañonero de los Gigantes de San Francisco, igualara el mítico récord de 755 jonrones de Hank Aaron es que expreso mi indignación por este récord que para mí no debe existir y si es así debe ser con un asterisco.

¿Por qué? Porque según lo que se ha visto hasta ahora, Bonds hizo esta marca histórica a base de trampas. Y para mí trampas son aquellas cosas extra que se usan para ser mejor, entiéndase dopaje.

Sé que me veo muy mal al culpar a Bonds de ser alguien que se dopa, pero sinceramente, cuando el río suena, agua lleva. También sé que nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario, y pienso que en este sentido no puedo ser tan categórico como lo es mi encabezado, pero precisamente, hasta que no se me demuestre que Bonds, un jugador que en sus inicios era medianón, sin tirar a corpulento, sea ahora el referente histórico de un deporte que se ha visto manchado en los últimos años.

Hay que recordar los casos de José Canseco y Mark McGwire, especialmente este último, quien impuso una marca histórica de jonrones en una temporada y que, lo reconozco, festejé hace algunos años, pero de eso me arrepiento.

No estoy de acuerdo que alguien, ayudado por la tecnología dopante de estos tiempos imponga una marca histórica sobre alguien que con el sudor de su frente y tal vez su genialidad para practicar deporte brincó del terreno de juego al libro de las marcas.

Ahora bien, habrá que ver si con el tiempo Bonds entra al Salón de la Fama. Si es así, el beisbol, para mí, dejará de tener la pequeña pizca de magia que tuvo en algunas etapas de mi vida.

Por todo esto me convierto en "El Peje del Diamante" y denuncio a Barry Bonds como el jonronero espurio que es. El legítimo es y seguirá siendo Hank Aaron.

P. D. Ssi creyeron que en medio de este merequetengue beisbolero no iba a hablar de la F1, simplemente se equivocan, aunque no me explayaré mucho, sólo diré que APESTAN... y si quieren ya denle a Lewis Hamilton el campeonato, que Alonso rompa su contrato con McLaren (si no tiene lana organizo una cooperacha entre todos los alonsistas) y les digo que por favor me expliquen cómo penalizan al asturiano por esa maniobra en la que el equipo tuvo mucho que ver, y no sancionan a Hamilton cuando en el Gran Premio de Europa una grúa lo mete de nuevo en carrera.

Sé que no sé mucho de carreras, apenas voy empezando, pero hay situaciones que a mí punto de vista son insostenibles...

Por su parte, el Madrid cayó 2-1 ante el PSV luego de vencer 2-5 al Lokomotiv de Moscú. Se habla de la llegada de Arjen Robben y Michael Ballack, pero la verdad, hasta no ver, no creer.

1 comentario:

Luis Hernández dijo...

Mi querido Supermán:

Escribo esto un par de horas después de que el susodicho Barry "Gons" hizo a bien la maldad de pegar el número 756 en su asquerosa vida.

Y de paso... tuve que dar media vuelta para cambiar la portada.

Pero, fiel a mi costumbre de ser "pez para el otro lado", creo que es ocioso discutir si Bonds se dopó, merece que le den "cañangas" con su récord y lo manden a jugar con el Suta' (para que Moi traiga la nota).

¿Qué creo? Se inyectó "cositas". Of course. Digo, es normal que a los 43 años se cargue una timba bella y tenga rodillas de hipopótamo.

Y que el incremento de masa muscular ha ido en aumento. Evidente. Con mucho más que sólo trabajo de gimnasio.

Peeeeero... digamos que las reglas se lo permiten. Why? Porque durante mucho tiempo no hubo reglas anti-doping. Sencillo: no hay papel que lo prohiba... indica que lo puedo hacer.

Y cuestiones de "ética, moralidad, bla, bla, bla" no entran en juego. Digo... no he conocido atleta profesional que rechace arriba de 10 millones de dólares anuales, haciéndole al Chanfle en esa famosa escena: "Es antideportivo... es deshonesto".

Lo peor del caso... eso es lo que impera en el deporte actualmente.

Ahí luego le hablo de F1.

https://enguadalajaraes.blogspot.com/2020/01/un-desvelo-musical-para-chavos-4-m.html