El escenario era el césped sagrado del Santiago Bernabéu. El evento, la presentación de Arjen Robben y Gabriel Heinze, los dos nuevos refuerzos por la izquierda del Real Madrid.En el podio de la presentación estaban los dos jugadores, que a partir de hoy vestirán la camiseta blanca del club más grande del mundo, el Real Madrid, Ramón Calderón y el presidente de honor, Don alfredo Di Stéfano, quien a pesar de la edad sigue mostrándose con una vitalidad tal que uno, a sus 32 años, ansía tener más adelante.
Robben, elegantemente vestido se acercó al estrado y con unas hojas soltó su discurso de presentación en español. Vaya detalle del holandés.
¿Por qué digo esto? Porque eso demuestra que quiere quedarse en el equipo. Que ansía formar parte de una ciudad, que a mí en lo personal me encanta, y que si se dedicó a aprender un poco de castellano para su presentación, quiere decir que buscará mejorar día a día en los entrenamientos.
Un detalle que jamás me gustó de David Beckham (y vaya que lo admiré durante su paso por el Madrid) fue que nunca quiso hablar español. Eso denotaba, junto con los aspavientos de su mujercita, la "posh spice", que su estancia en España no era lo más grata para la pareja. Eso significa que no hubo adaptación a un estilo de vida, que si bien, puede parecerle de tercer mundo, así es y hay que adaptarse.
Esa es otr gran diferencia que vi en Ruud Van Nistelrooy, un tipo culto en toda la extensión de la palabra y que hará que robben de inmediato se adapte a la vida de un club que espero empiece con victoria a partir del sábado ante el rival de la ciudad, el Atlético de Madrid.
Sobre Heinze no puedo decir gran cosa, ya que al igual que él, soy hombre de pocas palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario